Los beneficios que pueden aportar los estudios de canto, si se realizan de una forma adecuada, son realmente importantes. En cambio, si no es así, los perjuicios pueden ser irreparables.
Estos beneficios atañen al aspecto, tanto físico como psíquico y cultural, de la persona. En el capitulo físico, el dominio de una buena técnica respiratoria, permite alcanzar un desarrollo respiratorio que supone una enorme fuente de salud. El motivo es que el estudio del canto aumenta la capacidad pulmonar y la oxigenación del cerebro y la sangre, en unas proporciones, imposible de alcanzar con ningún otro tipo de ejercicio. Este tipo de respiración, al estar exenta de tensiones musculares especialmente en la zona del tórax, hace que el pulmón y el corazón funcionen de manera relajada. Gracias a ello, salvo cualquier patología, el ritmo cardiaco y la circulación de la sangre pueden ser perfectos. Por otra parte, la estimulación del nervio recurrente durante la emisión del sonido y la correcta utilización de músculos como el abdomen y el diafragma, durante la intensa actividad que supone la práctica del canto, aporta una energía y una fuerza vital realmente extraordinaria. Esta importante preparación es la razón fundamental por la que los grandes intérpretes, que dominan perfectamente la técnica, son capaces de cantar en perfectas condiciones durante mas de cuarenta años, manteniéndose en un estado físico, incluso, superior al de una persona joven. |
Estas afirmaciones son fáciles de constatar a través de cantantes con mas de sesenta años que son capaces de soportar el terrible esfuerzo que supone viajar de un país a otro, con cambios de horarios etc., superando las dificultades que conlleva la interpretación de la ópera, y logrando realizar mas de ochenta actuaciones anuales con sus respectivos ensayos, sin sufrir ningún tipo de problema.
Estas especies de hazañas pueden parecer milagrosas si tenemos en cuenta muchas personas que, debido a su trabajo, tienen que realizar estos viajes, y, en un espacio no muy largo de tiempo, se ven obligados a abandonar su actividad. Además, sin tener la responsabilidad de enfrentarse al público, sin soportar la tensión que supone cantar en los grandes teatros de ópera.
Los estudios de canto si, por el contrario, se realizan de manera incorrecta, utilizando una técnica equivocada, aparte del problema psíquico que puede suponer la prematura perdida de las facultades vocales, sus consecuencias pueden ser aún mucho peores.
La continua práctica de una mala técnica lleva implícito el riesgo de sufrir enfermedades como el enfisema pulmonar, nódulos en las cuerdas vocales y otras importantes lesiones padecidas por muchos interpretes que se han lanzado a la aventura profesional sin estar respaldados por una sólida técnica. Por lo tanto, el perfecto desarrollo de los estudios de canto es muy importante para la salud del cantor.
Incluso esas variantes técnicas, aparentemente simples, como realizar una inspiración de tipo abdominal durante el acto respiratorio, en lugar de hacerlo utilizando la mecánica diafragmático-costal y provocar una excesiva tensión abdominal durante la emisión del sonido sin que el apoyo del mismo surja de forma natural, puede hacer que muchos cantantes al final terminen sufriendo serios problemas tal y como han dictaminado algunos médicos de importantes teatros.
En el aspecto psíquico, los beneficios que pueden aportar un adecuado estudio de canto también son muy importantes. No sólo por lo que supone el propio hecho de cantar, lo cual puede potenciar la sensibilidad aportando una gran riqueza interior, sino también por lo saludable que es la música como terapia, tal y como revelan los estudios científicos más importantes, que desde hace muchos años lo recomiendan incluso para el feto.
Muchos aspirantes se plantean los estudios de canto con el único objetivo del éxito profesional y cuando al fin lo consiguen sienten un enorme vacío porque no ven cumplidas todas sus expectativas.
El triunfo material, si bien desde fuera puede parecer muy glamoroso, no puede suplir aquellas necesidades realmente importantes que tenemos los seres humanos. Esta búsqueda no se debe abandonar por algo tan superfluo, lo cual, por desgracia, es demasiado habitual en nuestra sociedad.
El poder llegar a ser una gran figura es estupendo para un artista, siempre que lo asimile como algo natural que no rompa lo que debe ser el desarrollo de una vida intima normal. El éxito, cuando es merecido, supone el reconocimiento público al mérito y, en la mayoría de casos, un premio al esfuerzo que sirve de gran estímulo. Sin embargo, el aspirante no debe ponerse como meta principal este objetivo, sino el de ser un buen artista y, sobre todo, una persona integra.
La vida se compone de placer y obligaciones, de triunfos y fracasos, de alegrías y sin sabores, hechos con los que es necesario lograr aprender a vivir porque en su asimilación está la felicidad. Es, sin embargo, nunca podrá ser completa si se tiene deudas contraídas con la conciencia y el sentido de esta no es suficientemente sólido, por que la felicidad nunca se debe construir sobre el sufrimiento del prójimo.